Convertir la musica chicle en un arte mayor y en una cosa seria. Ese es y será el Santo Grial que Guille Milkyway persigue y perseguirá hasta el fin de los días. Y la verdad es que a cada paso que da, su idea del pop total que se queda grabado tras la primera escucha para no abandonarte nunca se va refinando y sofisticando a unos límites que rozan lo enfermizo para bien. “La Polinesia Meridional” es una absoluta explosión de colores, viajes en el tiempo y canciones grandes como la Torre Eiffel, donde el barcelonés vuelve a dar rienda suelta a su megalomanía pop bien entendida, esa suerte de pop galáctico ejecutado con la velocidad de un cohete y una suerte de horror vacui en los arreglos marca de la casa.
Sobre las treces canciones que forman el disco, todas enormes, vale la pena pararse con especial atención en seis de ellas: “¿Qué Se Siente Al Ser Tan Joven?” por marcar uno de los leitmotivs del álbum, el adiós a los sueños y a la inocencia teen sin por ello perder la ilusión de vivir, “Colisión Inminente (Red Lights, Red Lights)” por su condición de homenaje sincero al sonido Filadelfia (una de sus figuras, Norman Harris, es citado literalmente en la canción), “La Polinesia Meridional” una suerte de “Juxtaposed With U” de Super Furry Animals igual de bonita, “Europa Superstar” por ser digna de las mejores Helen Love, “Terry, Peter y yo”, otro tributo, esta vez a Terry Melcher, uno de los productores norteamericanos más legendarios del sonido Costa Oeste de los sesenta (The Beach Boys, The Byrds, The Mamas & the Papas), y “La Niña Más Hermosa”, lo más cercano que ha estado nunca Milkyway de Phil Spector.
Xavi Sánchez Pons en Mondosonoro