Esta novela es la canción pop perfecta: triste, sentimental, divertida y tremendamente pegadiza. Una canción del verano para perdedores y corazones rotos.
Un joven músico sin futuro se refugia en una casa familiar en la costa de Cape Cod: quiere superar su fugaz matrimonio y las decepciones de una vida adulta que él aún no entiende. Aquí fuma en el cobertizo, bebe cerveza con personajes delirantes y cuida de su sobrino de dos años pese a que apenas sabe cuidar de sí mismo. Lo paralizan sus miedos pero se mueve gracias a la bicicleta que usaba de pequeño, una bicicleta de color rosa y demasiado enana para un adulto. Entonces, en su peor momento, se cruzará con una misteriosa mujer con muchas más cicatrices que él.