Cuando Liz Phair irrumpió en la escena musical independiente a principios de los noventa con su controvertido doble álbum Exile in Guyville —su particular respuesta, tema a tema, al célebre Exile on Main St. de los Rolling Stones—, su sinceridad descarnada, sexualidad sin tapujos y talento como escritora de canciones lo convirtieron en un disco fundamental del rock alternativo y en manifiesto generacional. Siguiendo la estela de otros iconos del rock como Patti Smith o Kim Gordon, Phair compone una original autobiografía a partir de diecisiete momentos clave de su vida a modo de cuentos morales que transpiran miedo, dolor, rabia, humor, sentimiento de culpa o patetismo a partes iguales. Sin hacer concesiones y dejando de lado la habitual autocomplacencia de las estrellas del rock, Phair hurga en las cicatrices que ha dejado una vida consagrada a la creación para concluir que son las traiciones —padecidas o infligidas— las que nos conforman como seres humanos.