Este es un libro sobre la dicha que es saber escuchar música, querer escuchar música, tener que escuchar música. Todo esto va de gustos, de conocimiento y de pasión, pero en definitiva de gusto. Va de hacer por querer y de querer sin poder evitarlo. La música es mucho más que arte. Y al ser arte es cultura. Y al ser cultura es una herramienta de comunicación emocional que contribuye a la construcción social de la realidad. No es un arte fuera del tiempo, es expresión del espíritu de una época en un determinado contexto social. La música nos permite conocernos entre nosotros y comprender nuestro entorno. Es una parte esencial de la realidad. De la realidad social. Mi ensayo sobre las emociones imprescindibles que la música nos procura hoy en día está escrito desde mi literaria visión de un fenómeno fabuloso y desde mi capacidad analítica como historiador. Para mí (y para muchos que sienten y piensan de manera muy parecida a la mía) la música y lo que creo que supone todavía escucharla, amarla, considerarla. Y la música de este libro, sí, es la música pop. Esencialmente.