Durante casi una década, en la Europa amenazada y más tarde ocupada por la Alemania nazi, el jazz fue considerado un arte «degenerado» y, en última instancia, prohibido. También fue el estilo musical más escuchado del momento, tan ubicuo y popular como posteriormente lo sería el rock and roll. Sus entusiastas, a pesar de los riesgos, no estaban dispuestos a renunciar a su música predilecta. El swing siguió siendo la banda sonora de la vida nocturna en Berlín, París, Varsovia y otras capitales de la Europa ocupada.
Embarcado en una investigación personal de este turbulento periodo, el escritor y músico Mike Zwerin dedicó dos años a recorrer Europa para recoger el testimonio de aquellos singulares individuos que mantuvieron viva la llama del jazz a la oscura sombra de Hitler, consignando para la memoria historias tan fascinantes como trágicas, tan espeluznantes como excepcionales. Entre ellas: la del único miembro superviviente de los Ghetto Swingers, una orquesta judía de jazz que «actuó» en Theresienstadt y Auschwitz; la del piloto de la Luftwaffe que escuchaba a Glenn Miller mientras bombardeaba Londres; la del pianista polaco que pasó de tocar en clubes clandestinos de Varsovia a tocar el contrabajo en un campo de concentración; la de los pandilleros berlineses aficionados al swing y los entusiastas zazous de París, que desafiaron a las autoridades por la oportunidad de bailar en público una música prohibida; y, cómo no, la de Django Reinhardt, el brillante guitarrista gitano que se negó a huir de la Francia ocupada por los nazis. El resultado es una crónica fascinante con un punto de vista único sobre el papel adoptado por el jazz en el peor de los momentos.