La eternidad en una canción nos ofrece al legendario songwriter nacido en Fort Worth, Texas, un 7 de marzo de 1944 y lo entrega en forma de diálogo, una novela que transcurre en su casa horas antes de morir el día de Año Nuevo de 1997. El libro contiene varias lecturas, ya quiera el lector iniciarse en el blues de Texas, la psicodelia primigenia de Houston o fenómenos como el country outlaw de los primeros setenta. Pero, sobre todo, es un libro sobre sus canciones. Bajo el influjo de Hank Williams, aunó el estilo de Lightnin’ Hopkins a la llama de Bob Dylan. Le había deparado el destino un lugar de privilegio. Su curiosidad hacia lo humano lo llevó, sin embargo, a lugares desconocidos para el común de los mortales. Pero asumió el riesgo, y pagó un alto precio. Townes Van Zandt sigue siendo el secreto mejor guardado.