Si hay una cosa que Arcade Fire saben hacer muy bien, es la promoción de un disco. Y es que, una vez más, el nuevo álbum de los canadienses ha llegado precedido de un sinfín de noticias y adelantos. Unos adelantos que al final han terminado siendo algo contraproducentes, y nos han dado una idea equivocada de por donde irían los tiros en el nuevo trabajo de los de Montreal.
Cuando escuchamos ‘Everything Now‘, fuimos muchos lo que pensamos que estábamos ante el álbum pop de Arcade Fire. Este tema, con su sabor a ABBA, y su pegadiza melodía, es un hit instantáneo y la gran baza del disco al que da título. Pero, poco a poco, y single a single, nos hemos ido encontrando con unos Arcade Fire más ásperos y escurridizos. Y, sobre todo, alejados del pop del primer sencillo. Solo hay que escuchar la crudeza que desprende ‘Creature Comfort‘, donde suenan más ruidosos que de costumbre, y donde la voz de Regine resulta de lo más estridente. O la poca chispa de ‘Sings of Life‘, en la que desaprovechan su toque funk, construyen uno de los singles más prescindibles de su carrera. Sí están un poco más acertados en ‘Electric Blue‘ donde vuelven a fijarse en Blondie y se sacan de la manga su ‘Rapture‘ particular. (…) Fernando Curto en Indienauta