Para su primer álbum como Gilla Band, (antes Girl Band) el cuarteto ha rediseñado su propio paradigma.
Most Normal no se parece a nada que hayas escuchado antes, un espectro caleidoscópico de ruido
puesto al servicio de canciones pop rotas, montañas rusas de Avant-punk con efectos especiales y pasajes
de nihilismo futurista en la pista de baile.
Most Normal se abre con un absoluto bombazo de ruido industrial que suena como una maníaca fiesta
doméstica que palpita a través de las paredes de la habitación de al lado mientras un avión de pasajeros
derribado trae la muerte desde arriba. Lo que sigue es imprevisible, llevando al oyente a través de una
casa de espejos sónica, donde lo inesperado aguarda a la vuelta de cada esquina.