El tercer álbum de Hatchie, Liquorice, toma su nombre de la agridulce atracción
del enamoramiento: dulce, salado y amargo a la vez. Escrito entre Brisbane,
Melbourne y Los Ángeles con la productora Melina Duterte (aka Jay Som), el
disco muestra a Harriette Pilbeam explorando temas como el deseo, el
arrepentimiento y la obsesión romántica.
A diferencia de sus trabajos anteriores, Pilbeam evitó deliberadamente las
influencias musicales directas, dejando que las canciones se desarrollaran
lentamente y aceptando sus propias limitaciones como fortalezas. Mientras que
su predecesor, Giving the World Away, era más oscuro e introspectivo, Liquorice
celebra la desordenada alegría de la destrucción, reflejando su afición por las
historias de amor trágicas.
Las canciones resultantes exploran los efectos abrumadores del amor fugaz,
canalizando tanto la tontería juvenil como la sinceridad del romance. Capturado
con espíritu crudo y juguetón, Liquorice es un disco intenso y vulnerable, que
valida la forma en que la pasión y la autorealización se fusionan.

