Recalibrando su singular viaje en
el panorama musical británico con su colección de
material más abierta, directa e íntima hasta la fecha.
Love In Constant Spectacle evoca imágenes
espectaculares y destila la visión de la artista en su
forma más pura, elevando su sonido inimitable y su
visión poética a nuevas alturas.
Recuperando la melancolía de sus primeros trabajos
mientras los impulsa hacia adelante, esboza escenas
mientras vemos cómo surgen nuevos colores, formas y
lenguajes que llenan el encuadre. Love In Constant
Spectacle la ve dar pasos mesurados hacia un disco
vívido y onírico, que ofrece resolución frente a la inevitabilidad de la vida.
Los cimientos del sonido de Weaver siguen siendo evidentes -exuberantes baterías motorik,
bajos pulsantes, sintetizadores modificados a medida y pedales de fuzz exóticos-, pero la
corriente está inundada de poesía y canciones de cuna de Letraset que conducen a un
exuberante escapismo, el abandono libre que se asocia con el free jazz y la vanguardia. Pero,
por muy decidida y visionaria que fuera Weaver, Love In Constant Spectacle no se ejecutó sin
ayuda. Aquí encontramos un largo debate al unísono con el primer productor de Jane, John
Parish (PJ Harvey, Aldous Harding), quien ha compartido el proceso de Weaver en los
alrededores de Rockfield Studios y el estudio Invada de Geoff Barrow.
Love In Constant Spectacle es de otro mundo, es a la vez íntimo y distante, una interpretación
surrealista de los cimientos que nos hacen humanos: las historias y los paisajes que pinta son
hábitats propios. Un viaje a pastos desconocidos, es un manifiesto sincero de una artista que
continúa evolucionando sin límites con cada capítulo de su carrera.